El Chelsea fue el vencedor de la Liga de Campeones 2011-2012, tras una equilibrada y emocionante final ante el Bayern en Múnich, que se resolvió en la tanda de penales (4-3 tras empate 1-1), dando a los ingleses su primer título en la máxima competición europea.
MÚNICH, Alemania. El Chelsea fue el vencedor de la Liga de Campeones 2011-2012, tras una equilibrada y emocionante final ante el Bayern en Múnich, que se resolvió en la tanda de penales (4-3 tras empate 1-1), dando a los ingleses su primer título en la máxima competición europea. El español Juan Mata comenzó los lanzamientos de su equipo fallando, pero el resto de sus compañeros (David Luiz, Frank Lampard, Ashley Cole y Didier Drogba) marcaron, mientras que para el Bayern no consiguieron convertir el croata Ivica Olic y Bastian Schweinsteiger. Dos tantos de cabeza en la emocionante recta final de los primeros noventa minutos, de Thomas Müller (83) para los alemanes y del marfileño Drogba (88) para el rival, habían forzado la prolongación, durante la cual el holandés Arjen Robben (94) llegó a fallar un penal. El gran sueño del Chelsea y de su propietario ruso Roman Abramovich se hizo realidad a la segunda oportunidad, cuatro años después de la derrota sufrida en su anterior final, en la que los penales sí que lo habían condenado, ante el Manchester United en Moscú (6-5 también tras un 1-1). Este resultado supone el segundo título de la temporada, tras la Copa de Inglaterra de hace dos semanas, y la salva, después de quedar apenas sexto en la Premier League, un resultado que lo obligaba además a conquistar la 'Champions' si quería estar en la próxima edición del principal torneo europeo de clubes. El Bayern, por su parte, tendrá que seguir esperando para lograr su quinto título, después de los sumados en 1974, 1975, 1976 y 2001, y apenas dos años después de la decepción de la caída ante el Inter de Milán italiano en 2010. Esta vez la derrota en el partido decisivo fue todavía más dolorosa, ya que tuvo lugar en su propio estadio, en una noche que parecía perfecta para los bávaros, pero que terminó siendo una auténtica pesadilla. La final también permitió despejar otra incógnita, la del máximo anotador del torneo, que fue por segundo año consecutivo el argentino Lionel Messi, con 14, ya que Mario Gómez, segundo con 12, no pudo marcar. Desde el minuto uno, el Bayern fue el dueño del balón ante un Chelsea atrincherado, una fórmula que a los ingleses les sirvió para eliminar al campeón Barcelona en semifinales, y las ocasiones locales no tardaron. Toni Kroos, con un disparo desde la frontal ligeramente desviado (minuto 5), y el holandés Arjen Robben (9), enviando alto, lanzaron los primeros avisos, pero fue Robben quien tuvo la primera ocasión clara, con un remate que el arquero Petr Cech sacó con el pie, con modos de portero de balonmano. El Chelsea tuvo que esperar al minuto 31 para lograr su primer disparo a puerta, con un tiro de falta que el español Mata envió alto. Tras una segunda ocasión para los ingleses, con un disparo del marfileño Salomon Kalou que paró Manuel Neuer, Mario Gómez tuvo dos (39 y 43), pero en ambas estuvo lento en la ejecución. En la segunda mitad, Drogba logró su primer remate con un intento desde lejos (50), pero el Bayern respondió poco después con un remate de Robben que pegó en Ashley Cole y el rechace fue para el francés Franck Ribery, que marcó a placer, aunque el tanto fue anulado por fuera de juego (54). Con más igualdad que en la primera parte, el Bayern siguió llegando con más fluidez, pero Mata estuvo a punto de llegar a un pase de la muerte de Drogba (73) y el Chelsea parecía despertar, antes de la emocionante recta final. El gol de cabeza de Müller (82) hizo justicia a los méritos del Bayern y parecía darle el título, pero en el 88 Drogba, también con un remate de cabeza, consiguió el 1-1 y forzar el tiempo añadido, para desolación de los hinchas locales, que ya habían comenzado a celebrar la consagración. La prolongación comenzó con un penal de Drogba a Ribery, que sin embargo Cech paró ante Robben (94), desatando todavía más el nerviosismo en el Bayern, que vio además cómo su estrella francesa se retiraba lesionado. En la segunda parte de la prórroga, el belga Daniel Van Buyten (108), a centro del croata Olic, y Mario Gómez (112) tras un buen papel de Lahm, no lograron el objetivo, con lo que el partido acabó en la tanda de penales, en la que la fortuna, y los fallos de Olic y Schweinsteiger, sonrieron a los londinenses. El título europeo permite al Chelsea jugar la Supercopa de Europa, el 31 de agosto contra el Atlético de Madrid en Mónaco, y luego, en diciembre, el Mundial de Clubes. (AFP) ... |