Seis estudiantes españoles vivieron en la costera ciudad argentina de Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, la experiencia de la Olimpiada Internacional de Matemáticas, en la que tuvieron una vivencia "muy enriquecedora" con jóvenes de otros cien países del mundo.
BUENOS AIRES. Seis estudiantes españoles vivieron en la costera ciudad argentina de Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, la experiencia de la Olimpiada Internacional de Matemáticas, en la que tuvieron una vivencia "muy enriquecedora" con jóvenes de otros cien países del mundo. "Es una experiencia muy enriquecedora. La gente nos ha dado impresión de ser muy abierta", describió hoy a Efe Luis Martínez, estudiante murciano de 2º de Bachillerato, quien reconoció haber vivido un poco de "tensión" al tener que representar a España en esta competición. La Olimpiada Internacional de Matemática, que celebró en Argentina su edición número 53, agrupó durante la última semana a 450 jóvenes de un centenar de naciones, que se sometieron a dos pruebas escritas con tres problemas cada uno, muchos de ellos del nivel que un matemático adulto no podría resolver. "Son realmente complicados, aunque el nivel lo ponen ellos, ya que la dificultad de los problemas se toma de anteriores concursos", explicó a Efe Patricia Fontín, del comité organizador del acontecimiento. En un certamen en el que las pruebas incluyen diversas ramas de las matemáticas, la geometría fue la clave en esta edición, una rama que no es la especialidad de los españoles. "España tiene déficit en geometría y este año ha entrado mucho", se quejó óscar Rivero, estudiante gallego veterano en estas lides, ya que la de Mar del Plata fue para él su tercera Olimpiada. Para Rivero, sin embargo, no fue inconveniente compaginar la preparación que requiere esta cita con la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). "Esto es un hobby para nuestro tiempo libre, no es un sacrificio. En la PAU a todos nos fue bien", agregó el estudiante gallego, que como sus compañeros se sometió a una concentración durante la última semana de junio con profesores y antiguos participantes para preparar los problemas que podían encontrar en las pruebas. Los seis estudiantes van acompañados por dos profesores, que fueron los encargados de corregir sus ejercicios, si bien no de poner nota, como explicó a Efe María Gaspar, docente encargada de la delegación española. "Nosotros tenemos que entender todo lo que han hecho los alumnos y explicarlos a los tribunales coordinadores de cada problema, con los que se acuerda la nota que obtiene cada alumno", dijo Gaspar. El sistema está marcado por la multiplicidad de idiomas de los alumnos participantes, que reciben el examen cada uno en su lengua materna, lo cual también ocasiona problemas de organización y requiere un "ejército de guías", todos ellos voluntarios. La convivencia en la diversidad es uno de los alicientes para los participantes, que se encuentran con jóvenes con sus mismas inquietudes. "Lo bueno es que somos muchos chicos de muchos lugares que compartimos la misma pasión", explicó Eric Milesi, un alumno catalán que, como la mayoría de sus compañeros, quiere estudiar Matemáticas en la Universidad, en su caso junto a la carrera de Informática. De todas formas, los resultados no fueron los mejores, ya que España obtuvo una medalla de plata, muy lejos de las naciones ganadoras, como Corea, con seis medallas de oro. España tiene un "palmarés medio" dentro de las naciones que suelen participar, según la profesora María Gaspar, aunque en los últimos años ha tenido "una ligera mejora", matizó Rivero, el más veterano de los seis concursantes españoles. La Olimpiada de Matemáticas no viajará muy lejos para la próxima edición, que será en julio de 2013 en Colombia, por primera vez repitiendo continente desde los años ochenta, cuando se disputó en Finlandia en 1985 y en Polonia en 1986. (EFE) ... |