El director de cine Danny Boyle fue el encargado de crear el espectáculo artístico dentro del estadio Olímpico de Stratford
Como invitados especiales se presentaron 120 jefes de Estado y de Gobierno El director de cine Danny Boyle fue el encargado de crear el espectáculo artístico dentro del estadio Olímpico de Stratford Londres centró ayer las miradas del mundo entero con la inauguración de los trigésimos Juegos Olímpicos. En una esperada ceremonia, la llama Olímpica empezó a iluminar la capital británica, y durante 16 días el deporte pasará a ser el tema de conversación. "Se trata de los terceros Juegos en Londres -dijo la reina Isabel II antes de la apertura de la cita-. Mi bisabuelo inauguró los de 1908 en White City, mi padre los de 1948 en el estadio de Wembley y esta noche (ayer) tuve el placer de inaugurarlos en Stratford". La puesta en escena, dirigida por el ganador del Óscar Danny Boyle, que fue inspirada en la cultura británica, no llegó a los excesos de inversión y de espectáculo que exhibieron los chinos hace cuatro años en Beijing. Boyle expuso un repaso a la historia y a los valores de Gran Bretaña, convirtiendo el estadio Olímpico en una réplica de la campiña inglesa con sus prados, ríos y animales, antes de pasar a la transformación que supuso la Revolución industrial. El director británico también rindió un homenaje en su espectáculo al servicio nacional de salud, al considerarlo como uno de los grandes valores del país y, por supuesto, no se olvidó de la extraordinaria literatura. En las gradas estuvieron presentes 120 jefes de Estado y de Gobierno y una multitud de personalidades de todos los ámbitos de la sociedad, como el príncipe William y su esposa Catalina, la primera dama estadounidense, Michelle Obama, y el actor estadounidense Brad Pitt. Uno de los momentos mas emotivos fue cuando el más famoso agente secreto al servicio de su majestad, James Bond, se encargó de escoltar a la soberana británica, Isabel II, hasta la sede de la inauguración. Así, al menos se mostró en un video rodado para la ocasión, en el que el agente 007 recogió a la reina en el Palacio de Buckingham para que abordara un helicóptero que la trasladó hasta el estadio Olímpico. El actor Daniel Craig, el actual James Bond, rodó con la propia soberana británica esa pequeña escena en el mismo Palacio Real, en lo que parece la primera actuación de la reina Isabel II en un pequeño cortometraje, que los espectadores en el estadio pudieron seguir por las pantallas gigantes colocadas a los costados del escenario deportivo. La aparición de la soberana en la pantalla fue recibida con un gran y sonoro aplauso por parte de los 80 mil espectadores. Todos levantaron entonces las cabezas al cielo para ver la supuesta llegada de la soberana británica y de James Bond, mientras en el estadio sonaba la típica banda sonora de las películas del agente 007, compuesta en 1962 por Monty Norman para el primer filme del personaje de Ian Flemming, 'Doctor No'. Se iluminó entonces la bandera británica en las gradas del estadio para mostrar a la reina acompañada por su esposo, el duque de Edimburgo, y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, que se encontraban en el Palco Real del escenario. El show se cerró con Una historia de amor de una pareja, que sirvió para que Boyle hiciera un repaso a la música de los años sesenta, setenta y ochenta y los adelantos tecnológicos que revolucionaron las relaciones. Fue el momento en el que desfilaron sobre la pista lo más granado del deporte del planeta. La primera delegación en presentarse fue la de Grecia, con su abanderado, Alexandros Nikolaidis que, por tradición, es la primera en saludar a los espectadores. Tras ella, el equipo de Afganistan inició el desfile de atletas participantes. Pero, sin duda, las miradas de los 80 mil asistentes al estadio y de los más de 1 000 millones de telespectadores estuvieron centradas en el campeón jamaiquino de los 100 m planos Usain Bolt, abanderado de su delegación. Más escondidos entre sus delegaciones, pero también muy buscados por las miradas estaban atletas como el nadador estadounidense Michael Phelps o el tenista suizo Roger Federer, que junto a sus compañeros lucharán por las 302 medallas de oro que entraron en disputa desde ayer. El equipo tricolor estuvo encabezado por el argentino-ecuatoriano César de Cesare, quien con la bandera nacional en mano dio paso a sus 35 compatriotas. Los atletas no se convirtieron en un actor menor de una ceremonia, que costó $42,3 millones, en la que participaron 10 mil voluntarios para poner en escena cuadros inspirados en La tempestad de Shakespeare o replicar en el estadio Olímpico una escena típica del campo británico con sus campos, ríos y animales. Como abreboca del evento, las campanas de Londres sonaron ayer a las 08:12 locales (02:12 de Ecuador), encabezadas por el Big Ben, la famosa campana que cuelga de la torre del reloj junto al Parlamento británico, que sonó 40 veces. (AFP) Artes presentes en ceremonia En la inauguración de los Juegos Olímpicos no podían estar ausentes la música británica, el cine y la literatura del país. En cuanto a la música se hicieron presentes grupos tan imprescindibles como The Beatles, The Who, The Rolling Stones, Sex Pistols, Queen y hasta algo de techno se iba narrando el encuentro entre un chico y una chica desde el momento que se conocían hasta que iniciaban una relación, todo con un fondo musical insuperable. La escritora británica J.K. Rowling, autora de la saga del joven mago Harry Potter, también apareció en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres para leer el fragmento inicial del clásico del escocés J.M. Barrie Peter Pan. ... |