Un penal en el minuto 71 ejecutado por Caicedo dio la victoria a la Tricolor. La Selección jugó sin improvisación en el primer tiempo y no pudo hacerle frente al planteamiento defensivo de los bolivianos. Más noticias: -Ecuador se encamina en eliminatoria sudamericana ante una difícil Bolivia -Toño Valencia exhibirá la número 7 ante Bolivia -Confusión en la compra de las entradas sueltas
El partido Un penal en el minuto 71 ejecutado por Caicedo dio la victoria a la Tricolor. La Selección jugó sin improvisación en el primer tiempo y no pudo hacerle frente al planteamiento defensivo de los bolivianos Ecuador, con penal ejecutado por Felipe Caicedo tras una falta a Luis Fernando Saritama a la mitad del segundo tiempo, venció a Bolivia y sumó tres puntos en su carrera al Mundial Brasil 2014. La selección ecuatoriana inició el encuentro lenta en su accionar. En la zona media no hubo un conductor. Segundo Alejandro Castillo se dedicó a la marca y Luis Fernando Saritama estuvo retrasado para acompañar las jugadas ofensivas creadas por Jéfferson Montero por la izquierda y Antonio Valencia por derecha. Mientras, la selección boliviana se mostró bastante ordenada en sus líneas, con los defensas Luis Méndez por la derecha, Ronald Raldes en el centro y Luis Gutiérrez por la izquierda. Los zagueros bolivianos iniciaron la marca desde los tres cuartos de cancha y se replegaban coordinamente cuando la selección ecuatoriana atacaba. Los volantes de marca visitantes, Pedro Azogue y José Luis Chávez, cubrieron la zona central del campo. La marca fue agresiva, sin dejar espacios. Esto complicó el trabajo ofensivo durante el primer cuarto de hora. La Tricolor fue más vertical a partir del minuto 20. Sin embargo, sus ataques resultaron frustrados en los últimos metros. Las jugadas no tuvieron improvisación y, en su mayoría, llegaban por balones largos desde atrás. Esto facilitó la tarea de los defensas bolivianos. El planteamiento del técnico de Bolivia, Xabier Azkargorta, logró que sus jugadores ganaran los duelos individuales. Las dos jugadas de mayor peligro para el Ecuador llegaron al minuto 30. La primera fue por un desborde de Paredes que habilitó a Saritama. Este envió un pase retrasado a Jaime Ayoví que fue despejado al tiro de esquina por el defensa Gutiérrez. Después, Narciso Mina no pudo conectar de cabeza el saque desde la esquina cuando estuvo solo frente a la portería boliviana. Montero fue el jugador más peligroso de la selección ecuatoriana, encarando a sus rivales con habilidad. Sin embargo, le faltó contundencia en la última jugada. Además, abusó del individualismo en un par de ocasiones. Valencia demostró también su categoría cuando la pelota le llegó a los pies. Los pases bien entregados y los rápidos desbordes por la derecha fueron su característica. Ecuador terminó el primer tiempo con un mejor juego, mientras que los bolivianos se dedicaron solo a defender. En la etapa complementaria, las jugadas de peligro de la Tricolor se originaron por la banda derecha con un Valencia que tuvo mayor protagonismo. Ecuador adelantó sus líneas y ambos laterales llegaron hasta el ataque para colaborar en la ofensiva. Solo Campos y Erazo se quedaron en la defensa. Bolivia retrocedió ante las constantes llegadas de los ecuatorianos que no tuvieron precisión. Las entradas de Michael Arroyo por Montero y de Felipe Caicedo por Ayoví refrescaron el ataque. Arroyo, por la izquierda, desequilibró en el uno a uno y Caicedo aportó con la potencia. Los bolivianos seguían ordenados y empezaron a quemar tiempo esperando quedarse con el empate y sacar así un punto. Pero llegó el minuto 71: Caicedo, que revivió al equipo con su entrada en el segundo tiempo, anotó de penal el gol de la victoria tras un falta iniciada por el sector derecho. A partir del gol, la selección boliviana adelantó sus líneas pero no logró concretar. Ecuador controló el balón y fue superior en el mediocampo. Con el resultado a su favor, la Tri jugó con mayor comodidad y tuvo más espacios en los últimos metros. Los minutos finales transcurrieron con un claro dominio de los ecuatorianos. Bolivia demostró sus carencias ofensivas. En todo el partido, la visita solo tuvo tres oportunidades de gol, que no fueron muy claras. Las llegadas se dieron por contragolpe con Marcelo Moreno como el jugador más peligroso. Al final, el cuadro local venció a Bolivia sin convencer en lo futbolístico. La Tricolor no tuvo precisión en el ataque y le faltó contundencia. El penal salvó a la Tri del empate y sumó 12 puntos en estas eliminatorias. (AL) Las figuras La actuación del boliviano Marcelo Martins fue unas de las más esperadas pero, pese a sus esfuerzos, no destacó. Antonio Valencia armó las jugadas ofensivas y se llevó los aplausos de 35 mil aficionados Antonio Valencia fue clave y desahogó el juego de la Tricolor El efusivo aplauso del público lo dijo todo. El momento en que por micrófonos se indicaban cual sería la alineación, minutos antes del partido, los hinchas ecuatorianos vitorearon al nombre de Antonio Valencia, jugador que vistió la camiseta n.º 7. El va y viene del volante oriundo de Lago Agrio fue fundamental en el desempeño del seleccionado nacional en el partido que enfrentó ayer ante Bolivia. Como punto de partida el medio campo, tanto para atrás como para adelante. El juego de Valencia, aunque prudente en ocasiones, fue visible a lo largo del encuentro. Una o dos de sus jugadas, que mostraban su maestría con el balón, fueron aplaudidas por los aficionados. El volante nacional no fue objeto de marca personal por parte del combinado del Altiplano, sino de una marca zonal. Y, pese a eso, logró colocar varios pases certeros para sus compañeros de equipo, que no lograron culminarlos en el fondo de las redes. El ágil trabajo de Jéfferson Montero por la banda izquierda colaboró para que el Toño logre generar su juego, aunque no sea en el mismo nivel que con su equipo, el Manchester United. Un hecho destacable fue la buena sociedad con el lateral derecho, Juan Carlos Paredes. Valencia logró confundir en ocasiones a la buena marca planteada por los zagueros bolivianos. Por momentos, debido a la falta de movilidad en el centro por parte del combinado ecuatoriano, el partido se volvió lento y provocó que varias jugadas sean inofensivas. A la mitad del partido, Valencia tomó la iniciativa y buscó dar movilidad al encuentro. Se transformó en el volante de equilibrio que necesitaba la selección para generar un juego más visible. También fue el jugador que metía el pie en los momentos precisos para despejar y desahogar el partido cuando se jugaba con pelotas divididas. (RE) Martins no destacó, pero Raldes armó jugadas en el Atahualpa Marcelo Martins, jugador que milita en el Gremio de Brasil, no tuvo la mejor de sus tardes a pesar de que fue uno de las más vistosos de su equipo en el partido que se jugó ayer en Quito. Si bien la selección boliviana no se encerró atrás, la labor del delantero se vio limitada a los tres cuartos de cancha, de manera que no pudo explotar su capacidad goleadora. El n.º 9 de los del Altiplano paso la mayor parte del partido intentando buscar un balón apenas pasada la media cancha. Los ataques bolivianos no se acercaron, durante casi todo el cotejo, con mayor peligro al arco defendido por Alexander Domínguez (Ecuador). La posición que ocupó contribuyó para que las pelotas que buscaban al delantero no llegaran a su destino y se perdieran al final antes de tocar el área defendida por Ecuador. Sin embargo, lo más vistoso del atacante visitante se presentó al minuto 39 del primer tiempo, cuando intentó un disparo de media distancia que se desvió de su camino a la portería. Y al minuto 25 del segundo tiempo, cuando logró una buena llegada con posibilidades de gol, que no pudo concretar. Al posicionarse como el único hombre en punta, corrió a lo ancho de la cancha a la espera de un balón que le abriera la posibilidad de marcar. Con esa excepción y un par de jugadas en las que encontró la pelota en su paso, Martins no tuvo mayor participación. Quien sí se hizo sentir fue el capitán del combinado visitante, Ronald Raldes, jugador del Colón de Santa Fe de Argentina. El defensa, pese a que volvió a la cancha tras cinco meses de para, manejó bien los hilos de sus compañeros en la marca. Raldes ordenó la zaga y, así, la defensa visitante logró frustrar varias arremetidas ofensivas de los locales. (RE) Los técnicos Dos actitudes presentaron ayer los técnicos de las selecciones de Ecuador y Bolivia en el partido en el estadio Atahualpa. Esto también se evidenció en sus gestos, movimientos y acciones desde la línea Rueda: su drama va por dentro... La mayor parte del partido. el técnico de la Selección, Reinaldo Rueda, mostró una actitud serena. En momentos difíciles o cuando fallaban los pases, el técnico se cogía la boca o agachaba la cabeza con las manos en la espalda y e iba para atrás. En otros momentos de tensión, Rueda gritaba para dar indicaciones a los jugadores y levantaba las manos. Pero siempre dentro de la compostura de un hombre correcto. Solo cuando Felipe Caicedo metió el penal con el cual Ecuador ganó el partido, Rueda se abrazó con uno de sus colaboradores. "La afición pensaba que Íbamos a golear, por lo que este triunfo resulta valioso para disfrutarlo con inteligencia", anotó. Azkargorta es un hombre expresivo Igual que su contender, Rueda, el técnico de la selección boliviana Xavier Azkargorta pasó de pie la mayor parte del encuentro. El español mostró una actitud más efusiva durante los 90 minutos. El estratega pedía calma a gritos a sus jugadores, cuanto estos ponían el pie fuerte durante el encuentro. Aunque Azkargorta vestía un elegante traje, él expresó su nerviosismo con gesticulaciones y movimientos de cuerpo más marcados que Rueda. Cuando se pitó el penal para Ecuador levantó los brazos como muestra de molestia. "Lamentable la acción equivocada del árbitro resultó decisiva para el resultado final del partido", afirmó Azkargorta. Los aficionados El Chapulín Colorado tiene corazón tricolor. Las antenitas de vinil del famoso personaje de la televisión mexicana se dejaron ver por los exteriores del Estadio Olímpico Atahualpa. Se trataba de un hincha ecuatoriano disfrazado del súper héroe y abanderado con el estandarte nacional. Los disfraces fueron parte de la fiesta futbolera que se vivió ayer en el estadio Atahualpa. Unos aficionados improvisaron un look diferente: por un dólar lucieron crestas amarillas, azules y rojas. Otros, para defenderse del implacable sol de verano, optaron por la gorra tricolor que exhibía el sello de la Federación Deportiva de Pichincha y que los cientos de comerciantes vendían a un dólar. Desde las 08:00, las fanaticada ecuatoriana se concentró en el exterior del Estadio Olímpico Atahualpa. Banderas, camisetas y accesorios de la Tri acompañaron la fiesta nacional. José Andrés llegó a Quito el pasado miércoles. El esmeraldeño compró su entrada en abono para asistir los compromisos de Ecuador ante Bolivia y Chile. "Quería comprar entrada suelta -dijo-, pero me tocó comprar abono. Lo que sea por mi Tricolor". Junto al Acceso 4, cinco hinchas animaron a la afición con bombos, trompetas y música. Uno de ellos, Danilo, lucía una peluca tricolor y cantaba un "Sí se puede" eterno. Durante el ingreso, las filas avanzaban con tranquilidad. Un grupo de 10 extranjeros iba por la avenida Naciones Unidas. Todos vestían camisetas tricolor. Con las cámaras fotográficas se llevaron de recuerdo esos momentos de fiesta y optimismo que se expresaron en un solo grito: "¡Vamos, Ecuador!". Muchos asistentes no se apuraron en llegar, pues confiaron en la correcta labor de numeración de sus boletos. Elena junto con su hijo Mateo, de 6 años, llegaron a las 14:00. "Llegué ahorita porque en los medios de comunicación dijeron que cada uno tendría su propio asiento". Afuera del estadio, los aficionados compraban llaveros, zapatos, muñecos de los jugadores y cuanto recuerdo de la fecha se vendía. Aproximadamente unas 35 mil personas pintaron de amarillo los graderíos del Olímpico. (PAM) La hinchada reaccionó solo después del gol Hay un breve silencio en el graderío. El animador dice que el público debe mantener los asientos vacíos. Ese extraño silencio se rompe con lo que parece ser el sonido de un teléfono. Es un celular. El timbre hace que un muchacho de unos 25 años busque incesantemente en todos sus bolsillos. Se levanta. Es un hombretón de espalda cúbica y cabello cortado a escuadra. -Hola, ñañón -dice mientras bate su mano-. Vente no más acá, que hay como cinco puestos vacíos. El joven continúa haciendo señas a su amigoque está en las gradas de más arriba de la General Sur, tratando de que lo vea en medio de toda la gente. Nadie se atreve a decirle nada. Y, claro, en pocos minutos su amigo ha bajado hasta él y empieza el murmullo. Pero no pasa de eso, simples reclamos en voz baja. El amigo se sienta en un lugar que no es suyo junto con su novia y alguien que parece ser el cuñado. Faltan cuatro minutos para que arranque el partido y, claro, llegan los dueños de los asientos. Ahora sí, los que murmuraban empiezan a chiflar y a gritar: "¡Sal de ahí, abusivo!". El amigo, la novia y el cuñado tienen que abandonar el lugar. Por lo menos saben que regresarán a sus puestos originales. El partido comienza. Es como que este nuevo sistema de asientos ordenados hace que la gente se sienta más acartonada... Tienen que pasar 17 minutos para que la gente reaccione, para que ese grito "¡que se pare el Ecuador!" funcione. Nunca se ha vivido un partido con tantos hinchas parcos, que no reaccionan a pesar de la gran cantidad de jugadas de peligro. Esa alegría de antaño esta contenida, y, cuando finaliza el primer tiempo, la apatía en las gradas es la moneda de pago para tanta ineficiencia en la cancha. Los abucheos a la Tri cesan solo cuando se anuncia la entrada de Felipe Caicedo. Ahora el estadio es una zona de gente que, al parecer, sufre del síndrome de Tourettes, todos insultan... Hasta que Luis Fernando Saritama es derribado en el área. Felipao anota de penal y todo cambia. El Olímpico Atahualpa es un hervidero de energía positiva. (JRI) Los personajes que llegaron al partido El inicio del partido entre Ecuador y Bolivia se convirtió En una especie de cumbre inesperada. Políticos de varios sectores se encontraron para dialogar de otros temas. César Monge, cuyo movimiento, Creo, fue reconocido por el CNE el viernes, recibió la felicitación. Monge lucía la camiseta tricolor y una chompa de su movimiento. Fabricio Correa, de Equidad, se acercó para conversar con Monge. Le preguntó sobre la fórmula para conseguir que el CNE apruebe a un movimiento. Banqueros y empresarios no faltaron. En el palco estaban, como siempre, los hermanos Fernando y Mauricio Pozo, hinchas fijos de la Tricolor. Tatiana, la esposa de Fabricio Correa, disfrutó del encuentro y también aprovechó el entretiempo para tuitear. En el escenario también fueron vistos políticos del pasado. Fernando Larrea llegó desde Guayaquil con un grupo de hinchas. Durante el encuentro, los asistentes al complejo deportivo miraron un hongo de humo en el cielo, producto de los incendios forestales. Los aviones que salieron por la tarde desde el aeropuerto de Quito (norte de la ciudad) mientras se jugaba el partido tuvieron que desviar su ruta para evitar la humareda. El coronel Luis Hernández, uno de los héroes del Cenepa, habitual visitante del Estadio Olímpico Atahualpa, socializó con los hinchas que sufrieron el primer tiempo por la ausencia de goles. Los funcionarios tampoco se perdieron el encuentro. Allí se vio al secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera; a la ministra de OOPP, María de los Ángeles Duarte, y al fiscal general de la Nación, Galo Chiriboga. La salida del estadio de Mera y Duarte llamó la atención. Detrás de ellos hubo un pelotón de policías. Por el palco también se pudo ver a la presidenta de la Cofradía del Vino, Patricia Donoso, que llegó junto a su hija Carolina. Aunque se ha prohibido la venta de cerveza en los graderíos, los comerciantes se las ingeniaron para suministrar la bebida a los sedientos espectadores. Tampoco se perdió el partido, el director del SRI, Carlos Marx Carrasco. "¡Felipao, Felipao!", se gritó desde los graderíos, y el técnico Reinaldo Rueda lo mandó a la cancha. A los pocos minutos, cobró un penal y dio tres puntos a la selección. El estadio no se llenó. Hubo vacíos en la General. No les fue bien a los revendedores. (TFF) El partido minuto a minuto Minuto 6. Segundo Castillo patea desde fuera del área, pero la defensa boliviana lo bloquea. Minuto 24. Montero remata desde fuera del área y el portero boliviano atrapa el balón. Minuto 25. Marcelo Martins remata al arco ecuatoriano. Domínguez detiene el disparo. Minuto 31. Jaime Ayoví tiene la más clara para Ecuador en el primer tiempo. Recibe un pase de Saritama en el área chica. Gutiérrez logra interceptar el balón. Minuto 32. Narcizo Mina no logra cabecear luego de un corner cuando estaba frente al arco. Minuto 38. El juego se desarrolla en el área boliviana. Minuto 45. Montero sale lesionado y es reemplazado por Michael Arroyo. Minuto 51. Ayoví cabecea desviado un centro de Valencia. Minuto 56. Ingresa Felipe Caicedo por Jaime Ayoví. Minuto 59. Felipe Caicedo remata desde fuera del área y el balón pasa por un lado del arco boliviano. Minuto 69. Martins remata desde afuera, pero Domínguez contiene el balón. Minuto 73. Penal para Ecuador por una falta de Raldes sobre Saritama. Gol de Felipe Caicedo. Minuto 76: Valencia desborda y dispara. El balón sale deviado. Minuto 82. Chumacero cabecea en el área ecuatoriana. Domínguez controla el balón. Más noticias: -Ecuador se encamina en eliminatoria sudamericana ante una difícil Bolivia -Toño Valencia exhibirá la número 7 ante Bolivia -Confusión en la compra de las entradas sueltas ... |